Hoy puedo decir que le conté un chiste a la muerte y no le hizo gracia.
No creo le ponga muy contenta que la olvide tanto y me escuche reír.
Pero ustedes no saben lo dichoso y fascinante que se siente vivir de vez en cuando.
Las letras ya vendrán.
Mientras yo seguiré fluyendo en este río de sinsentidos.
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