Dedicatoria

 



Si lo que dicen los ángeles es cierto, ha llegado alguien nuevo.
Si lo que dicen los ángeles es cierto, esa línea fina entre años ahora tiene un final, y también un nombre.
Hoy la muerte vino de pasada y me susurró en el hombro. 
Se hizo pasar por mi amigo, y se apoderó de su cuerpo. 
Cuando lo dejó, su alma ya sabía lo que su corazón no:
Jamás volvería a ser el mismo. 

Hoy la muerte besó a la juventud en busca de nuevas razones.
Se llevo a un joven, con sentimientos desconocidos, quién sabe con qué excusa.
Se llevó a tantos que no sé, que no conozco y que jamás lo haré.
Hoy, la muerte puso en mi cabeza una voz y una risa.
Y le brindó dolor a quienes en mi día a día viven.

Hoy no fue la pandemia.
Hoy la muerte se llevó a quien todavía le latía fuerte el corazón. 
No sabré yo las palabras.
No seré yo quien las diga en voz alta.
No las conoceré jamás.
Pero lo que hace unos años pude percibir, fue una calidez para el efímero tiempo.
Ahora, cubriré con mis ropas las lágrimas de quienes duelen.
Y te esperaré como quien no te tiene miedo.
Para que cuando te tenga de frente, pueda preguntarte lo que, yo como mortal, jamás lograré entender.
Y tu me responderás: “no es el cómo ni el porqué. 
No preguntes, no otra vez.
No encontrarás respuesta que sane a tu corazón, ni que yo pueda entender para justificar mis actos.
Porque no existe duda, deuda, consideración o lamento.
Porque yo, la muerte, no soy en quien ustedes creen
Y tampoco seré quien los salve”. 


Descansa en la serenidad del universo, Steven.





Comentarios

Entradas populares de este blog

De aquel amor

El show de los tristes

Lo admito