¿Y si sangramos?
Llegan,
hieren, se van.
Golpean las
nubes de los sueños, contaminan los mares hechos a lágrimas continuas
Se van.
El miedo y
el dolor te abruman, sin embargo te vuelves su mejor amigo.
Corazones
rotos. Al parecer todos andamos con el común de tener uno.
Ya sea el
nuestro o el de alguien más.
Porque
aunque no lo creas…
Los corazones rotos también le pertenecen a alguien.
Y sí, sangra
el corazón, sangra la vida y sangra el alma.
Pierdes y
te pierdes entre los latidos arrítmicos.
Y justo
cuando estas a punto de morir.
Te salvan.
Te salvas.
y salvas.
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