Hoy he decidido morir.

Hoy he decidido morir.
Llorar hasta ahogarme en alguna resbaladiza lágrima aprovechada en mi mejilla.
Romperme como quien no tiene corazón, como cual cristal mal usado o maltratado, como cuando tiras un reloj buscando parar el tiempo.
Hoy decido morir para mí.
Como cuando pasé horas escuchándome aunque no me soportara más y mí única solución eran los golpes ensangrentados.
Decido caer, elijo caer y no trataré de levantarme, como quien te pone un pie encima y no tienes intención de quitarlo. Como quien escupe en tu cara y devuelves una sonrisa. Como cuando entregas tu vida a alguien que de primera ya no tenía alma.
El té se va enfriando y el tiempo se queda corto, ¡Ayuda, ME ODIO MÁS QUE NUNCA!
Termino por sentarme en una nube y preguntarle a las estrellas, ¿Cómo me ven desde aquí?
Me respondieron con cierta gratitud, pero como de costumbre, pienso que todo es una vil mentira.
Dicen que hay una loca pérdida en este mundo tan grande y con gente tan pequeña.

No hizo falta más vuelvas, simplemente me di cuenta que no era mi elección morir, porque ya hace mucho tiempo que había terminado con mi vida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De aquel amor

El show de los tristes

Lo admito